sábado, 9 de junio de 2012

El efecto wanderlust

¿Por dónde empezar? Resulta mucho más difícil de lo que pensaba este asunto de plasmar los pensamientos en palabras escritas. Para ser honesto con vosotros, os diré que no tengo mucha experiencia en esto de escribir, exceptuando claro está, las docenas de emails que envío a diario, pero me temo, y lo puedo confirmar después de varios días sentado al teclado para completar estas primeras líneas, que no es lo mismo decirle a un cliente que su pedido no llegará a tiempo – materia en la que soy un experto - que organizar los cientos de ideas que cruzan cada día la regadera que tengo por cabeza, y reproducirlas ordenadamente y con cierto sentido en un blog.
Ojo, que hay emails que podrían entrar en la categoría literaria del realismo mágico, y cuya recopilación podría dar lugar a un volumen de cuentos cortos digno del mismísimo Borges, por no hablar incluso de la candidatura a un Nobel, pero eso es otra historia.

En fin, amigos (os llamaré así si me lo permitís) , voy al grano o los cientos de miles de lectores de este blog me abandonarán en esta primera entrega…

La verdad es que no recuerdo con precisión cuando empecé a notarlo. Quizás hace unos tres años, aunque si lo pienso fríamente, posiblemente mucho más. O quizás siempre estuvo ahí, como esa tienda de la esquina que lleva toda la vida en el mismo sitio, pero en la que sólo te fijas de repente una mañana después de muchos años, y desde entonces la observas todos los días con incredulidad preguntándote cómo es posible que nunca antes te fijaras en ella.
Sí, seguramente ha permanecido ahí desde el principio, pero es sólo ahora, en estos últimos años, cuando las sensaciones son cada vez más fuertes. Es ahora cuando parece que empiezo a realizar y cumplir los deseos que habían pululado por mi mente durante tantos años. Bueno, no todos exactamente, sólo unos cuantos, porque para ser una estrella de la música country voy con un poco de retraso y además estoy en el país equivocado,  pero por lo demás, los anhelos van siendo satisfechos, eso sí, poquito a poquito, que las prisas no son nunca buenas consejeras, y si algo tiene de peligroso esta mágica afección, y que hay que aprender a controlar – no obligatoriamente - , son las ansias de abandonarlo todo y dedicar tu vida a recorrer el mundo y convertir todos esos deseos en realidad, lo cual, evidentemente, tiene también sus riesgos.

El caso, amigos, es que el efecto wanderlust me tiene atrapado por completo y, aunque no sé lo que durará, intentaré exprimirlo al máximo. Quién sabe, puede que ya no se vaya nunca, o que se vaya tal y como vino. De todas formas, empiezo a ver a mi alrededor a otras personas con síntomas similares, lo que me hace pensar que no estoy solo y que este maravilloso virus es contagioso...


¿Y por qué compartir todo esto en un blog público? Buena pregunta para la que no tengo una respuesta clara, aunque intentaré resumirlo en tres razones fundamentales. La primera, es porque me gusta compartir. Así de sencillo. Está en mi genética y no es necesario buscar explicaciones más profundas. Los que me conocéis lo sabéis. Además, es que en estos tiempos tan complicados, llenos de caras largas – por otra parte, más que justificadas - , considero casi obligatorio que aquellos enormemente afortunados a los que las cosas nos van más o menos bien, procuremos no quejarnos - sobre todo por respeto a los que realmente les está yendo mal - , mantengamos la sonrisa y, por qué no, tratemos de imbuir algo de optimismo alrededor nuestro, que falta hace. Y compartiendo este blog, puede que al menos en el tiempo que lleva leerlo, os olvidéis por un instante de las muchas preocupaciones que rodean nuestra vida cotidiana y os sintáis cómplices aunque solo sea por un momento de las cosas que se cuenten aquí. Esta es una de las razones por las que quiero compartir mis experiencias y reflexiones con vosotros. Pero también, y ésta sería mi segunda razón, porque escribir es una de esas aspiraciones ocultas que antes comentaba que van despertando lentamente en mi interior, y que por vergüenza, timidez o simplemente por cuestión de tiempo y paciencia, había quedado sepultada bajo una pesada losa (con la salvedad de aquellas crónicas peregrinas que compartí con algunos de vosotros hace un tiempo, y de las que algún día hablaré aquí).

Tampoco nos engañemos, porque no todo es altruismo y generosidad, y aquí viene la tercera razón. No olvidemos que en en el acto de compartir existe siempre una dosis – a veces inconsciente - de egoísmo. Siempre he pensado que todos los escritores al hacer partícipes a los demás de algo propio, esperan en mayor o menor medida - aunque no lo admitan nunca - un cierto grado de reconocimiento que alimente su ego, y eso mismo probablemente me ocurrirá a mi con este blog, pero estoy seguro de que esta parte sabréis perdonármela.

Desde aquí viviréis el efecto wanderlust en primera persona, encontraréis sobre todo ganas de vivir y optimismo en historias personales contadas en pequeñas dosis, a veces diarias, a veces semanales, y quién sabe si a veces, abatido por mi inseparable amiga “la pereza”, algo más distanciadas en el tiempo. En algunas ocasiones, y debido a mi carácter variable ya conocido por algunos, es posible que repentinamente mi tono se vuelva extraño, melancólico o simplemente un coñazo, momento en el que agradecería enormemente que alguno de vosotros me recordara cual era el propósito principal de este blog.

¿Y de qué voy a hablar? Bueno, hablaré de viajes, de experiencias, de personas, y de todo lo que se me ocurra. Hablaré de soñar, viajar, comer, caminar, saltar, reir, llorar, amar, compartir, escribir, leer, cantar, bailar... Quién sabe.  En fin, a estas alturas ya poco más tengo que decir.

¡Qué comience el blog!

8 comentarios:

  1. Hola, Isra. !Que empiece la fiesta! Viniendo de tí, siempre es interesante. Animo y un abrazo

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    1. ¡Rafa! Qué alegría que el primer comentario sea el tuyo. Gracias por los cumplidos. Espero estar a la altura. Un abrazo.

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  2. Ya sabes, lo mejor del camino siempre es llegar porque siempre espera otro destino que conseguir, otro paisaje, otras caras, piedras nuevas pero sobre todo la necesidad del ser humano de intentar que su mundo nunca se pare.
    Isra los grandes viajeros son los que se descubren a si mismo pequeñas cosas importantes para su vida.
    Un abrazo
    Leo

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    1. Gracias Leo, bonitas palabras y muy ciertas.
      A própósito de las pequeñas cosas, hay una frase que me encanta y dice:
      "El que fijare su mirada en los pequeños detalles, será capaz de comprender la inmensidad de las cosas"
      Un fuerte abrazo coach!!

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  3. Querido compañero Jim,

    ¡Qué mejor forma de contribuir a tu blog que desde la distancia, desde el país del country.!
    Felicidades por el blog en sí mismo y por la primera entrada, si se llama así, ya sabes que no estoy muy puesta en redes sociales y nuevas técnicas de comunicación.
    Después de 24 horas de viaje hasta conseguir llegar a San Francisco, te aseguro que mi espíritu aventurero/viajero estaba un pelín enfadado con el mundo, pero me niego a dejarme arrastrar por el pesimismo general, así que ahora por la mañana, con el sol asomando por la ventana del hotel, he decidido sentirme afortunada por estar aquí, aunque mi estancia vaya a ser mínima y no voy a poder ver ni el Golden Gate de lejos.
    Nunca he tenido oportunidad de escuchar un concierto country en este país, claro que tampoco voy a disfrutar hoy de los tópicos que todos conocemos, como que California es el lugar del surf, del veraneo perpetuo con los vigilantes de la playa siempre alerta. Te aseguro que hoy el que haga hoy surf, lo hará con neopreno doble y que los musculosos salvavidas pasarán desapercibidos.
    Y yo con mis sandalias nuevas, tan contenta por estrenarlas aquí pero con los pies congelados….
    Nos creaste adicción con tus crónicas de peregrino y sospecho después de leer el primer capítulo, estaremos deseando que hagas frecuentes entradas y disfrutar de tu forma de ver el mundo.
    ¡¡¡ Madre mía !!! ¿Te acuerdas de la serie/dramón DALLAS?, pues acabo de ver por el rabillo del ojo mientras te escribo que vuelve a la TV !!!, con un JR que está más acartonado que las momias del British y con un Bobby, ¿te acuerdas del bueno de Bobby?, por cierto yo creía que se había muerto, pues con un Bobby con el pelo de un color tirando a crema de cacahuete indescriptible….. qué país este.
    En fin, que espero que disfrutes escribiendo tu blog tanto como nosotros leyéndolo.
    Mar

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    1. Hey! Gracias compañera!!! Esto me anima a seguir con el blog, y además, aún me estoy riendo del último párrafo sobre JR y Bobbby. Lo de la crema de cacahuete es genial, y qué razón tienes.
      Por cierto, leyendo todo lo que dices me he preguntado por qué no te animas tú a hacer un blog. Tienes también muchas cosas que contar, y desde luego, estilo, hunor e ironía fina no te faltan, así que piénsatelo... :)

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  4. Amigo... express yourself

    Ánimo; ponte a prueba y considérame un cliente al que vendes un buen producto... y a tiempo!
    Ni que decir tiene que lo compro ya.
    JR


    ...(ahora voy a demostrar que no soy un robot)...

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    1. Amigo, me alegra mucho saber que no eres un robot. No es que tuviera muchas dudas, pero claro, tanto leer a Isaac Asimov de joven me ha pasado factura...
      Tomaré nota (como Mike Hammer), y haré todo lo posible para que los clientes repitan en mi tienda, así que espero seguir vendiendo productos no sé si de la mejor calidad, pero al menos sí 100% artesanales.

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