lunes, 13 de mayo de 2013

Si Mao levantara la cabeza...

 
 
Shanghai, símbolo de la nueva China. Con más de 23 millones de habitantes, la ciudad se erige como símbolo del despertar chino, de su transición del férreo comunismo a un nuevo capitalismo "supervisado", buscando un difícil y complejo equilibrio entre ambos que da como resultado un sinfín de sorprendentes imágenes para alguien que, como yo, acaba de tener su primer contacto con el gigante asiático.
 
Y este choque cultural se observa desde la misma llegada a Shanghai. Impresiona la visión a través del taxi de los primeros rascacielos, imponentes en la lejanía e hipnotizantes cuando por fin los contemplas al otro lado de la ribera. Grandioso perfil arquitectónico, no exento sin embargo de una cierta impostura y sobredosis de vanidad que caracteriza a esta ciudad.
 
  
Pero como también ocurre en occidente, no es oro todo lo que reluce, y fuera de la zona financiera y de la singular silueta de sus rascacielos, una mayoría de la población se hacina en cientos y cientos de horrendas torres de 20 y 30 alturas, plagadas en sus exteriores por equipos de aire acondicionado que dejarían a nuestro Benidorm a la altura del betún...
 
Sorprendentemente, no hay que irse tan lejos para respirar el contraste de esas dos ciudades que conviven en un solo espacio. Caminando por Nanging Road, la calle posiblemente más fotografiada de Shanghai, uno observa las mismas tiendas opulentas que podría encontrar en la quinta avenida de New York, al lado de lujosos hoteles y restaurantes de diseño. Pero si movido por la curiosidad (y por la búsqueda de algún Rolex falso...) doblas cualquier esquina y te apartas tan sólo diez metros de este bullicioso boulevard, uno se da de bruces con otra realidad completamente distinta. Basta ver las fotos, a las que tan sólo separan unos pocos metros...
 
  
   

El desmesurado crecimiento de la ciudad y su occidentalización se palpan a cada paso. Es impactante la visión de las diferentes carreteras que atraviesan y circunvalan Shanghai, y que van a dos alturas, y en ocasiones, como en la foto, a tres y cuatro alturas, resultando que si vives en una décima planta de uno de esos abominables edificios de los que hablaba antes, es más que probable que la ronda pase no muy lejos de tu ventana. Pero los nuevos tiempos no sólo han llevado modernas y enormes infraestructuras, sino también nuestras costumbres, bien a través de la desinhibición a la hora de vestir (la foto la tomé en la plaza del pueblo, todo un símbolo de los cambios...), de la presencia de McDonalds en emblemáticos lugares de la ciudad (cómo no!!), e incluso de las bodas al más puro estilo torero y tonadillera.... Me pregunto si también regalarían un puro a los hombres y un obsequio absolutamente inútil a las mujeres como aquí. Pero bueno, con hacer la foto según pasaba tuve suficiente, aunque me quedé con las ganas de saberlo... ;-)
 
 
 
 
 
 
Siguiendo con los enormes contrastes, de nuevo en la plaza del pueblo, las viejas costumbres se mantienen y varios grupos de hombres mantienen numerosas partidas de ¿damas? mientras otros muchos se arremolinan en torno a ellos, algo por cierto que me recuerda a esas imágenes tan castizas de los bares de nuestros pueblos españoles a la hora de la partida, donde mientras cuatro juegan al mus, otros tantos miran, observan y comentan las jugadas (nunca he entendido donde está el placer en estar ahí de pasmarote, pero ese es otro tema...). A pocos metros de allí, la cartelera de cine no parece muy diferente en un primer vistazo a la de un Kinépolis o un Cinesa. sin embargo, cuando uno la observa más de cerca, se da cuenta de que la industria del cine chino va viento en popa, y aunque hay títulos occidentales (Bruce Willis es un clásico allá donde voy…), existe una gran mayoría de películas chinas. Algo de lo que también se puede dar cuenta uno en la habitación del hotel, cuando de 20 canales, 18 están emitiendo teleseries o películas chinas, sin olvidar esa añorada ¡¡carta de ajuste!! que pude ver en televisión al madrugar para coger el vuelo de vuelta. Quería haber puesto unas fotos de esa mítica imagen de varias cadenas, pero creo que iba a quedar muy friqui, así que al final me he decidido únicamente por poner la foto de esa cartelera de cine junto a la Plaza del Pueblo, y de los jugadores de damas.
 
 
   
 
 
Pero las sorpresas aquí no acaban nunca, y cuando llega la noche, Shanghai se convierte en una futurista urbe de neón, cumpliendo aquel presagio de ciudad del futuro que el visionario Ridley Scott trazó magistralmente en Blade Runner donde la mezca de ese mismo neón, lo oriental, y lo occidental, creaban una sublime atmósfera no muy distinta de la que he tenido la suerte de contemplar (y fotografiar!!).
 
 
Bueno, vale, ya lo sé, mucho rollo, ya casi me voy, y aún no he dicho donde podéis comprar bolsos y relojes si alguna vez os dejáis care por allí. Pues... en fin, ciertamente no creo que sea el mejor para aconsejar sobre este tema, aunque os aseguro que en la misma calle Nanging os abordarán continuamente, y si decidís seguir a estos vendedores natos, podréis vivir una experiencia "emocionante" entrando en un submundo de callejuelas, trastiendas y entreplantas con armarios escondidos tras indisimuladas cortinas... Pero si no os va mucho la aventura, os daré al menos una dirección donde las cosas funcionan de manera más sencilla y sobre todo, visibles... Junto al Museo de Ciencia y Tecnología (os dejo una foto del Museo, que por fuera es espectacular) y cerca de la parada de metro, existe una enorme galería subterránea donde hay decenas de tiendas donde podréis usar vuestras dotes de regateo (os van a hacer falta, os lo aseguro) para comprar un bolso, un reloj o un juego de té, etc... Así que, suerte!!!! 
 
 
 
Esto es todo amigos. No os dejeis engañar por las apariencias. Esto no es China. O sí lo es. Todo depende de como se vea. No olvideis que Shanghai es "sólo" menos del 2% de los más de 1.300 millones de chinos, y por eso me llevo la impresión que seguro que hay muchas Chinas en China por descubrir (y no lleva dobles intenciones, que os conozco!!).

Sed felices amigos.
 
Jim
 
 


8 comentarios:

  1. Falta que saliera en alguna foto el prota de este viaje o en la foto de la ciudad de noche, el replicante Roy Batty. Hubiera quedado de 10.
    Espero que lo hayas disfrutado. Un saludo amigo.
    Armando G.

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    1. Últimamente tengo poco afán de protagonismo... ;)
      Para la próxima meto mi careto en alguna fotillo...
      Saludos
      Jim

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  2. si, si, todo eso es muy bonito,.,,,,pero yo sigo sin mi Prada !!!!!!!!!!!

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  3. Me alegro de que el destino te haya llevado hasta allí. No dejes de describir todo lo que ves

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    1. Gracias Mar, lo intentaré, a pesar de esa maldita pereza que a veces, más de las que quisiera, puede conmigo...

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  4. http://www.youtube.com/watch?v=v8cvjESd16E

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