Sí, lo sé, esta vez me he despistado un poco con las fechas, y la pereza ha podido conmigo, pero aquí está la tercera y última parte de mi particular y muy personal Top 10 de Budapest...
8 – La Plaza de los Héroes, el
Parque Városliget y el Palacio de Vajdahunyad
La Plaza de los Héroes y sus
alrededores son una de las zonas más visitadas de Budapest, por lo que no os sorprendais si al llegar allí veis aparecer continuamente autobuses repletos de rusos,
españoles o japonenes que llegan en hordas a la citada plaza.
La plaza, flanqueada por el Museo
de Bellas Artes y el Palacio del Arte es un buen punto de partida para un
bonito paseo por el Parque Városliget, que encierra algunos tesoros como los Baños Széchenyi y sobre todo el
Palacio (también llamado Castillo) de Vajdahunyad, flanqueado por un hermoso lago artificial junto al que si el tiempo acompaña, nos podremos sentar en uno de sus numerosos y confortables bancos para disfrutar de las vistas... y tomar un poco el sol (aquí os dejo otra fotillo exactamente en ese preciso lugar hace un par de veranos, vaya diferencia con las fotos de arriba, eh!...).
No me olvido tampoco de la enigmática escultura junto al mencionado palacio, una de las más famosas de Budapest, la de un personaje anónimo y sombrío, fotografiado sin cesar por los turistas, y con un simbólico significado para los húngaros como el cronista que relató los orígenes de la patria magiar.
Al igual que ocurría con el Parlamento, el Castillo y el Bastión de los Pescadores, os dejo en este caso que mireis las guías, que seguro que traen mucha y mejor información que las que os pueda dar yo aquí.
9 – Tomar un café en una librería.
Budapest, como otras grandes
ciudades, tiene docenas de librerías. La mayoría no son especialmente antiguas
o estéticamente muy diferentes a muchas de las que podemos encontrar en Madrid,
por ejemplo. Sin embargo, muchas de ellas poseen maravillosos cafés en su
interior donde sin problema alguno, podremos coger un libro y leerlo mientras
degustamos tranquilamente nuestra bebida. Si os soy sincero, no he encontrado
todavía un mejor sitio que estas librerías para tomar un largo café en la
ciudad durante los fríos días de invierno.
Dos recomendaciones, ambas de la
cadena Alexandra: La que se sitúa en Nyugati tér 7, con un pequeño y
tranquilísimo café en su tercera planta, y la enorme librería situada en la no
menos imponente e imperial Andrássy Útca (por favor, NO OLVIDEIS recorrer esta larga
y lujosa avenida de unos 3 km llena de glamurosas tiendas e imponentes edificios hasta su final en la
Plaza de los Héroes), cuyo café en la segunda planta está situado en un
aristocrático salón que parece sacado de un palacio real, y si os parece
exagerado, mirad las fotos.
Hay otras muchas librerías,
algunas además recomendadas por las guías, y que no he podido visitar, como por ejemplo Massolit (en la foto), pero
estoy seguro que cualquiera de ellas con un buen café en el interior merecerá
la pena para reposar y coger aliento, que Budapest es muy grande y os harán
falta buenos avituallamientos.
10 – Un restaurante y un bar para
disfrutar fuera de los circuitos de turistas…
Por último, si lo que queremos es
huir definitivamente de los circuitos turísticos y pasar un día alejado de
japoneses haciendo fotos, os recomiendo un par de lugares ciertamente especiales,
ya en las afueras de la ciudad y bastante distanciados entre sí, indicados únicamente
(el que avisa no es traidor) para cuando las condiciones climatológicas
sean como mínimo, primaverales...
En primer lugar, el Nancsi Neni,
un restaurante típico húngaro, lo que en España podríamos asemejar a esos
tradicionales merenderos de toda la vida, pero con un encanto absolutamente especial,
con sus mesas de manteles a cuadros, su acordeonista propio amenizando la
comida, sus pequeños detalles en cada rincón, y por supuesto sus deliciosos
platos locales…
Como os digo, está muy alejado
del centro, así que si quereis más información sobre cómo llegar hasta allí,
aquí os dejo el enlace del sitio:
http://www.nancsineni.hu
Y después de comer, nada mejor
que coger el autobús, coche o incluso mejor un taxi (el lugar está lejos) y evadirnos
por un momento del mundanal ruido junto al Danubio para reposar nuestra comida,
sentados en la terraza playera de un bar absolutamente bohemio y con un cierto
toque de surrealismo mágico llamado Fellini Római Kultúrbisztró. Se trata de un
viejo y auténtico carromato desde donde sirven unas estupendas limonadas
(bebida nacional magiar en verano) mientras descansamos sobre unas desvencijadas
pero cómodas hamacas sobre la misma playa. Lugar idílico y alternativo para una
obligada siesta - escríbase “szieszta” en húngaro - tras el homenaje
gastronómico.
La verdad es que un Top 10 se queda corto, pero incluso un Top 100 de Budapest se me seguiría quedando corto, así que ahora sólo os queda
decidiros, buscar un puente apropiado para la ocasión, y comprar los vuelos con
suficiente antelación para conseguir un buen precio. Wizzair y Ryanair son las
dos compañías que vuelan a Budapest, y si somos capaces de llevar sólo equipaje
de mano, por poco más de 100 euros podreis encontrar vuelos directos.
¡A distrutar!
Esto es un orgasmo turístico. Que gusto da leerte un domingo por la tarde.
ResponderEliminarUn saludo desde muy lejos para mi buen y viejo amigo Jim.
Armando Guerra
Pues espero poder seguir escribiendo para hacer más amenas estas tardes de domingo ya invernales... (o veraniegas, dependiendo desde donde me escriba usted, Sr.Guerra...) ;-)
EliminarGracias, es un gran placer la verdad, leerte en estos momentos. Es orgásmica la ruta turística de Budapest.
ResponderEliminar...y sí, ahora mismo estoy a años luz de donde debería estar ;-) que le vamos hacer!
Un abrazo y saludos a la familia
Armando
Me da apuro decir que he estado en Budapest, porque no ví ni la mitad de las cosas imprescindibles que figuran en las guías oficiales. Bueno, estuve muy poquito, apenas un puente y si no anduvimos más, fue por aquella tarde en un maravilloso balneario super conocido que todavía recuerdo que infinito agrado. Gracias por hacernos viajar por esta gran ciudad. Está claro que tendremos que volver.
ResponderEliminarBueno Mar, que no te de apuro, porque en cuántas ciudades habré estado yo sin enterarme de lo que había que ver. Además, parece que siempre hay que ver lo que nos dicen, pero olvidamos que lo importante es que lo que veas, lo disfrutes. Y si es en un balneario... ¡yo también me perdería el resto! ;)
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